¿Qué haría?
Por un momento, imagine que usted es otra persona, una persona con una vida totalmente diferente que lleva en realidad. En esta vida, esta distinta realidad, imagine que usted es pobre y trabaja inhumanas cantidades de trabajo para subsistir a usted y a su familia. Y no solamente hay que resolver la lucha diaria por la superviviencia básica, pero también usted es una mujer viviendo dentro de una sociedad patriarcal, así siendo un ciudadano de segunda clase. Un felpudo, usado para pisotear.
Imagine que por la mayoría de su vida, desaparecen miles de chicas como usted, encontradas semanas o tal vez meses después en fosas comunes, asesinadas. También, estas chicas no sólo son asesinadas, sino son violadas, torturadas, mutiladas y completemente irreconocibles. Lo que es más, estas chicas no son solamente las caras que ve en las noticias o en los pósteres de personas desaparecidas. Ellas son sus vecinas, colaboradoras, compañeras de clase, amigas, su familiar. Su hermana.
Para complicar la vida un poco más, nadie con autoridad haya acercado resolver los feminicidios y lo peor es que no parece a importar a nadie. Las únicas conexiones conconretas que se hicieron son que muchas de las mujeres raptadas son jóvenes que trabajan en las maquiladoras y tienden a ser del sur de su país de México, como usted. También usted sabe que los chóferes de los autobuses que llevan las trabajadoras a las fábricas para trabajar han sido relacionados a los raptos. Estos mismos autobuses llevan a usted a su trabajo en una fábrica todos los días. Y todos los días usted mira al chófer en los ojos y se pregunta si usted será la próxima víctima.
¿Cómo se siente usted? ¿Está loca de miedo? ¿O está tan desesperada que está más allá del punto de miedo y simplemente espera a su torno? No puede regresar al sur, hay razones serias por las que salió usted. Aún más, ya se encontraron fosas comunes en otras partes del país, no solamente cerca de su ciudad de residencia, Juárez. Irse al norte significaría hacer frente con la immigración y la posibilidad de echen a usted el término de “ilegal” y cualquier otra tacha despectiva. Pues, ¿qué hace?
Estas son las preguntas que una de mis profesores preguntó a mí y a mis compañeros de clase. Hace algunos semestres que yo estaba en su clase, pero los hechos de los feminicidios de Juárez que presentó a nosotros dejó en mí una impresión muy duradera. Me ha inculcado un deseo fuerte investigar la situación a fondo. También siento que es imperioso dar conciencia o recordar a la gente de la situación. Por lo tanto los trabajos del semestre me parecen ser oprtunidades perfectas para eso.
Yo no espero resolver los crimenes. Aunque no se habla mucho del horrible fenómeno, hay muchas personas que han intentado escarecerlo sin éxito. Pero lo menos que puedo hacer para ayudar es intentar ampliar el discurso sobre esta violencia contra las mujeres. Por el semestre, me gustaría explorar la violencia en general en esa ciudad. Examinaré las características que son muy particulares de Juárez, incluyendo la historia. De los hechos concretos de los asesinatos a cómo los medios de comunicación presentan los feminicidios, con esta investigación quiero que mis compañeros de clase y yo adquiramos un mejor entendimiento de lo que está pasando en nuestro vecino país.
